CuaDRos

Podría creer decía que la escalera era mágica, la volvió a ver pero muy mágica. No era mágica, no tenia otra opción. De repente era de noche pero apareció el sol y le dijo “yo se lo que pasa, es que hay que tener imaginación, y tu la tienes. No cualquier niño podría verlo, eres una niña especial, y recuerda, para poder ver siempre que quieras tienes que recordar esto: Cerrar los ojos y apretarse los parpados…y lo mas importante, tener imaginación”.

Había una vez una escalera y una niña que le encantaba soñar. La escalera estaba abandonada por la plaza. Una vez a la noche, Caterina, que era la niña que les había hablado antes, fue a la plaza donde estaba la escalera, se puso un abrigo y fue hasta la plaza. De repente vio desde lejos algo oxidado y caminó hasta ahí. Y vio la escalera oxidada y fea. Y se subió a la escalera y cerró los ojos y se apretó los parpados y de repente ella vio una araña, abrió

los ojos y no vio ninguna araña.


Lo que veo en mi cuadro

Había una vez una nena que le encantaba ir a la plaza, pero a sus papas no les gustaba, por eso iba siempre al atardecer. Ella tenia un juego preferido, pero era muy difícil, pero siempre lo hacia. Te voy a explicar como es para subir. Hay una escalera y hay que hacer equilibrio con las manos y todo este cuento lo forme con un cuadro y la imaginación mía y de mis amigos Bianca, Facundo, Iri, Lucho, Zoe y Martu.